Animal Print: historia, poder y cómo llevarlo con estilo en 2025


El animal print no es solo un estampado. Es una declaración de poder, sensualidad y presencia que atraviesa épocas, pasarelas y armarios. Desde sus raíces más primitivas hasta su lugar indiscutido como ícono de la moda contemporánea, este patrón se reinventa temporada tras temporada.

Hoy en Oh Honey, te contamos de dónde viene, cómo se volvió eterno y —lo más importante— cómo podes sumarlo a tus looks este invierno con estilo y sin esfuerzo.

Un estampado que viene de lejos

Mucho antes de que se colara en videoclips, pasarelas o streetstyle, el animal print ya formaba parte del vestuario humano. Las pieles animales eran símbolo de poder, protección y estatus. Pero no fue hasta el siglo XX que el animal print, tal como lo conocemos, comenzó a surgir en la moda.

En los años 20, cuando las mujeres empezaron a buscar mayor libertad y movimiento en su ropa, también se animaron a estampados más provocadores. Las siluetas rígidas se aflojaron, los dobladillos subieron, y los estampados salvajes empezaron a asomarse.

Pero fue en 1947 cuando el glamour explotó: Christian Dior incluyó el leopardo en su icónico “New Look” y lo transformó en sinónimo de elegancia y audacia.

Décadas después, ya en los 90, el estampado volvió con más fuerza que nunca. Azzedine Alaïa, Gianni Versace y Roberto Cavalli lo hicieron protagonista de sus colecciones, mientras artistas como Lil’ Kim, Destiny’s Child, Shania Twain y las Spice Girls lo llevaron directo al mainstream, demostrando que era tan versátil como poderoso.

Hoy, el animal print ya no es una tendencia: es un clásico. Un básico que se renueva y resignifica cada temporada, ahora con materiales sintéticos en sintonía con una moda más ética y consciente.

Cómo incorporar el animal print a tu armario este invierno

¿Por qué apostar por el animal print en 2025?
Porque no pasa de moda. Porque tiene fuerza. Porque transforma cualquier look básico en algo memorable. Este invierno, el animal print vuelve a pisar fuerte en abrigos, accesorios y detalles inesperados. Acá te dejamos algunas claves para sumarlo sin miedo (y con mucho estilo):

1. Empezá por lo seguro: combínalo con neutros

Sí, el animal print es audaz, pero eso no significa que deba gritar. Si estás empezando a explorarlo, lo mejor es acompañarlo con tonos neutros como negro, beige, marrón o blanco. Esta fórmula asegura equilibrio, elegancia y un toque trendy sin caer en lo excesivo.

Ejemplo: un pantalón negro + remera blanca + tapado de leopardo.

2. Una sola prenda puede decirlo todo

No necesitás armar un look total para que el animal print funcione. A veces, una sola prenda es suficiente para elevar todo el conjunto.

Probá con:

  • Un abrigo o tapado animal print: la estrella de tu outfit. Sumalo a prendas básicas y neutras.

  • Un suéter con print sutil: perfecto para el día a día, con jeans o pantalones de vestir.

  • Zapatos, carteras o pañuelos: pequeños toques que transforman sin saturar.

3. Dale tu sello: no hay reglas

Lo más lindo del animal print es que se adapta a vos. ¿Sos más clásica? Quedate con los tonos neutros y los patrones tradicionales. ¿Sos más jugada? Apostá por prints en colores vibrantes como fucsia, azul eléctrico o combinaciones inesperadas.

Lo importante es que el estampado se sienta tuyo. Jugá, probá, mezclá texturas, llevá el animal print con denim, con cuero o con prendas oversized. En moda, lo salvaje también puede ser sofisticado.

En resumen: el animal print llegó para quedarse

No importa si lo llevás desde siempre o si recién ahora te animás. Lo que importa es que lo hagas a tu manera. Porque sí: el animal print es historia, es actitud y también es estilo. Pero sobre todo, es una herramienta para expresar quién sos sin decir una sola palabra.

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